Un 26 de septiembre, tal como hoy… pero de 1943 nacía de nuestra tierra un hombre que con sus movimientos iba a conquistar no sólo el país, sino también el mundo. Un 26 de septiembre nacía Juan Saavedra.
Apodado con aguda certeza como “el bailarín de los montes”, Juan se ha convertido a lo largo del tiempo en el referente máximo de la danza santiagueña, no sólo por su estilo único sino porque a través de su arte rompió los parámetros de las danzas tradicionales para manifestarse ante la hegemonía en los tiempos más difíciles de la provincia.
Juan comenzó su larga trayectoria artística junto a su hermano Carlos Saavedra, para después formar parte del ballet con -nada más y nada menos que- el Chúcaro (Santiago Ayala, el gran bailarín) bajo la dirección de Ariel Ramírez.
Más de 20 años recorrió todo el mundo con su grupo y luego de gira con el Circo du Soleil. Pero eso no es lo que lo convirtió en el más grande, sino que en 1988, en el punto más alto de su carrera artística, volvió al pago porque Santiago lo llamaba, y como todo buen santiagueño jamás pudo olvidarse de su tierra. La nostalgia pudo más y un año más tarde formó el grupo los Santiagueños, junto a Peteco y Jacinto, del cual emergió una revolución en el mundo del folclore y por el cuál recorrieron los mejores escenarios del país.
Hoy Juan Saavedra es un hermano del pueblo, lo podemos ver bailando en la calle, en el patio del Indio, lo podemos cruzar en el bondi o en el mercado, y su humildad y grandeza hace que sea uno de nuestros mayores orgullos Santiagueños.