¿Quién no ama las pizzas? Obviamente, todo el mundo. Pero el corazón del humano común se divide cuando tenemos que decidir entre una gran pizza comprada en el centro (la típica «porque es caro es mejor»), o una terrible pizza de barrio, sin cartel, sin nombre, sin muzzarella… pero con miles de ventajas más que aquí vamos a repasar.
Precio
Lo más importante, con 100 pe nos compramos 2 tremendas comunes con abundante queso cremoso y por qué no una potente especial con paleta de primera
2. Cadete
Comprando una pizza de barrio evitamos a ese muchacho que nos cobra casi un 75% del valor de la pizza solamente por traerla (muchas veces tarde)
3. Economía
Comprándole la pizza a la vecina le estás aportando a su mejora financiera, por lo que la vecina realiza más pizzas, es decir que le compra más ingredientes al almacenero del barrio, y etcétera. Se arma como un mini comunismo en el barrio, entiendes?
4. Amor
Un ingrediente que ninguna pizzeria de centro podrá comprar nunca en ninguna parte (?)
5. Sociabilización
Nada como charlar con la dueña/o de casa y enterarte de todos los chismes del barrio mientras quién espera a que salga la pizza
Y vos…¿cuál prefieres?