Este 23 de noviembre, como cada año desde 1983, se celebra la existencia de esta patrona santiagueña, nuestra virgen local y de los transportistas. A lo largo de los años continuamos escuchando y actuando en su nombre, orando, pidiendole, dandole devocion. Y en muchos casos, sólo por «costumbre cultural». Por esto, venimos a contarte la historia de esta virgencita santiagueña.
El nombre completo es «Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa». Los historiadores indican que la imagen de la Madre de Dios llegó a Sumampa hacia fines de junio del 1630 y su imagen fue venerada en la casa de Antonio Farías Saá, oriundo de Sumampa. Este hombre santiagueño puso en plan la creación de una capilla para venerar a la Virgen Santísima, pues él sentía que en esas tierras debía existir una imagen de la virgen que le acompañara y ayudara a reunir a la gente en esos terrenos despoblados.
Se puso en contacto con un amigo suyo para que le mandase de Brasil dos imágenes: La de la Inmaculada Concepción y otra de la Virgen de la Consolación. Las piezas desembarcaron en marzo de 1630 en Buenos Aires. Dos carros a tracción de bueyes las llevaron hacia Córdoba. Pero, antes de eso, al llegar a Luján (ciudad de BsAs) la carreta que transportaba a Nuestra Señora de Concepción se detuvo. Los animales que acarreaban la misma se negaban a seguir el camino. Después de intentos fallidos, los que la transportaban bajaron uno de los cajones y los bueyes iniciaron la marcha sin dificultad. Intrigados por el contenido del cajón, descubrieron que por alguna razon la virgen debia permanecer en ese lugar. Por lo que allí quedó esa imagen, y se erigió la imponente basílica de la Virgen de Luján, patrona de Argentina.
A fines de junio de 1630 se cumple en Sumampa el gran milagro de María Santísima. La imagen “aparecida” es del título de la madre de Dios con el Niño Jesús dormido entre sus brazos. Sin bueyes para llevarla, utilizaron a una mula para traer a la Virgen de la Consolación a Santiago del Estero. El animal se extravió al tocar tierras de Sumampa Viejo, pero milagrosamente la mula continuó su camino y logró llegar con la imagen sana y salva a la estancia de don Antonio Farias Saa. Descargaron a la figura e inmediatamente le construyeron allí un oratorio, a 4 kilómetros de Sumampa. En noviembre pudieron colocar a la Virgen de la Consolacion en su lugar, que hasta el dia de hoy continua en la misma locacion.
A lo largo de los años la virgen ha otorgado protección y bendiciones a todos sus devotos, y entre las acciones mas recordadas, se destacan estas: en 1673 dio protección a la expedición española frente a los constantes saqueos organizados por los indígenas del Chaco. En 1857 los vecinos de Sumampa le rezan por ayuda en tanto una brutal sequía azotaba esas tierras, ella les responde con una trepidante lluvia.
Desde el años 1983 tiene el título de «Patrona de los Transportistas» por haber recorrido desde Brasil hasta Sumampa por diferentes medios como barco, carreta y lomo de mula. Y desde 1984 la Virgen de Sumampa es oficialmente reconocida como la «Patrona de Santiago del Estero».
El numero de los peregrinos crece año a año y cada 23 de noviembre se convierte en una celebracion mas grande aun. Esta patrona de los santiagueños brinda el consuelo que su pueblo necesita, y por esa razon es tan venerada.
El Santuario construido por mano de obra indígena fue refaccionado en numerosas oportunidades y reconstruido por lo menos en 1782. El Santuario de Sumampa fue declarado Monumento Histórico Provincial por Decreto/Acuerdo “A Nº11″ del 18-VIII-1972 y declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto-Ley Nº 1180 del 12-XI-1973, como un testimonio de alta valoración histórica, arquitectónica, religiosa y cultural.