Las altas temperaturas del verano exponen al cuerpo a situaciones que pueden resultar extremas si no se tienen los cuidados adecuados. El verano exige un mayor consumo de líquidos y de comidas más livianas.
Desde la Sociedad Argentina de Cirugía de la Obesidad (SACO) explican que el golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas o del esfuerzo físico en esas mismas condiciones. Este cuadro se da cuando la temperatura del cuerpo alcanza o supera los 40°, y cuando no se trata rápidamente puede ocasionar daños a diferentes órganos aumentando el riesgo de complicaciones graves o la muerte.
Los golpes de calor aumentan durante los meses de altas temperaturas, así como las deshidrataciones y otras enfermedades en poblaciones vulnerables como bebes, niños, adultos mayores y enfermos crónicas. Por lo tanto, los especialisstas recomiendan prestar especial atención a lo que uno come y bebe.
¿Qué tipo de dieta, alimentos o requerimientos nutricionales nos evitarían sufrir los golpes de calor?
En estos días de temperaturas extremas la dieta debe incluir frutas y verduras bien lavadas (por su gran contenido natural de agua), leches, yogures y agua potable.
Para evitar una intoxicación alimentaria es necesario el lavado correcto nuestros alimentos como así también de las manos. Refrigerar los alimentos para mantener un buen estado, evitando comidas calóricas, pesadas, picantes y grasosas que dificulten la digestión y que generen un malestar durante muchas horas o días.

¿Qué tipo de bebidas pueden resultar más efectivas y cuáles habría que rehusar?
Muchos creen que hidratarse es ingerir cualquier bebida, pero no es así. La bebida más importante es el agua, por no tener aditivos, azúcares ni calorías. Se pueden agregar trozos de fruta o jugo de una fruta exprimida. Las infusiones, gaseosas y bebidas alcohólicas no colaboran con la hidratación.
Si bien las infusiones, como el mate y el té, están hechas a partir de hojas, hierbas secas o frutos deshidratados, se caracterizan por tener efecto diurético favoreciendo la eliminación de líquido por la orina, que de todos modos no es malo para la salud pero no a la hora de reponer líquido. Se deberían evitar las bebidas alcohólicas porque promueven la deshidratación y porque reducen la capacidad del organismo a regular la temperatura corporal.
Para los niños también se recomienda la ingesta de agua, y evitar las bebidas gaseosas. Motivarlos al consumo de frutas, jugos naturales y licuados. Es una buena opción llevar una botella en la mochila o bolso e ir recargándola cada vez que sea necesario; sobre todo cuando se realiza algún tipo de actividad física es necesario incrementar la cantidad de agua que se bebe.

Otros consejos:
Disminuir la exposición al sol, usar ropa de colores claros, usar sombrillas y sombreros. Evitar permanecer en lugares cerrados, y sí en ambientes ventilados, frescos oscurenciendo el ambiente. Hay que tomar agua con mayor frecuencia, aún cuando no se sienta sed. Evitar la actividad física fuerte. Prestar atención a signos de alerta como sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
fuentes, periodico sur santiagueño