Doctor Ramon Carrillo, un prócer de la Salud en Argentina

Nacido en Santiago del Estero, un hombre del pueblo, quien cambió la Salud a nivel nacional y mundial.


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Hace 116 años nacía este médico que marcó  un antes y un después en la salud pública argentina. Ramón Carrillo llegaba a la vida el 7 de marzo de 1906, en Añatuya, Santiago del Estero. Ramón siempre habia sido un niño ejemplar, destacado, quien se formó en los pagos santiagueños toda su infancia y adolescencia. Se egresó de la secundaria y de allí, partió a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

En 1929 no sólo se recibió con una flamante mendalla de oro, sino que al tiempo de su titulo, se ganó una beca para formarse en las principales potencias europeas. Pasó cuatro años estudiando neurociencias entre Amsterdam, Berlín y París. Se volvió una eminencia en su área, un profesional respetado.

Pero el destino le tenia algo mas grande que ser un medico profesional; Pues él se convertiria en el gran cambio de la Salud argentina ( y mundial) como se la conocia. 

Volvió a la Argentina en medio de un golpe militar, epoca mejor conocida como «La decada infame». En 1939 Carrillo se convirtió en jefe del Servicio de Neurología y Neurocirugía del Hospital Militar Central en Buenos Aires. En el hospital, entre otras tareas, se encargaba de la confección de estadísticas de salud para el Ministerio de Guerra, experiencia clave que le serviría para elaborar en 1951 su Teoría del Hospital.

En ese lugar habia descubierto su gran vocación por la medicina social. Además, siempre ligado a la investigación, desarrolló nuevas técnicas diagnósticas en la materia y consiguió estar al frente de la prestigiosa cátedra de neurocirugía de la Facultad de Medicina de la UBA (con sólo 36 años de edad).

Fue justamente en ese Hospital dónde conoció al coronel Juan Domingo Perón en 1943. Entonces hablaron por primera vez de la necesidad de promover un Plan Sanitario Nacional. Se hicieron amigos. Tanto es así que, en 1946 sus testigos de boda fueron los mismísimos Perón y Evita.

«Un pueblo de enfermos no es ni puede ser un pueblo digno»

Con la primera presidencia de Perón, Carrillo fue designado secretario de Salud Pública. Cargo que, tras la reforma Constitucional de 1949, pasó a ser ministro de Salud Pública de la Nación( el primer ministro del pais). Ocupó ocho años el puesto y durante su gestión se inauguraron casi quinientos nuevos establecimientos sanitarios (lista incompleta, cubriendo sólo el periodo 1946-1952). Hablamos de  hospitales, centros sanitarios, hogares escuelas, hogares para ancianos, institutos formación en enfermería. Se estableció la atención gratuita para toda la población y se crearon políticas públicas como el Tren Sanitario, que llegaba a los lugares olvidados del país para brindar capacitaciones en educación para la salud y atención médica en las diferentes ramas de la medicina.

Un hombre que vivó por siempre para el pueblo y dedicó su vida a mejorar la calidad de vida argentina: Gracias a su existencia, la Salud del pais mejoro y millones pudieron acceder a ella. El  demostró que la medicina no debía orientarse hacia los factores directos de la enfermedad, como los gérmenes. Carrillo dejó muchísimas enseñanzas a partir de la medicina social que en el mundo entero se estudian como epidemiología crítica. Se habla de las determinaciones sociales que afectan la salud, como el cambio climático, los salarios, los medios de producción, la higiene, alimentacion, entre otras.

«Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como una unidad biológica, psicológica y social seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana»

 

Su gestión consta de otros varios logros como la erradicación del paludismo y la drástica reducción de los índices de tuberculosis, enfermedades que en Latinoamerica se llevaban consigo piezas completas de las poblaciones. Además, se combatieron enfermedades como el chagas, la lepra, el tifus, la sífilis (por completo) y la fiebre amarilla. Se estima que durante su gestión, el índice de mortalidad infantil, que era altísimo hasta entonces, se redujo a la mitad.

Con la muerte de Evita, en 1952, pierde a su mejor aliada y posteriormente renuncia en 1954. Pues su accion de cambiar el mundo y lograr una mejor realidad, no sólo lo acercaba al pueblo, tambien le ganaba enemigos en la marcha. Se fue a Nueva York (EEUU) un tiempo, y luego se asentó en Brasil en 1956. Alli murio un 20 de diciembre de 1956, a los 50 años, olvidado y en la mas absoluta pobreza. 

La dictadura de Eugenio Aramburu impidió que su cuerpo fuera trasladado para ser enterrado en el país. Sus restos fueron repatriados en 1972 y hoy descansa en su Santiago del Estero natal.

Hoy lo recordamos y elevamos su nombre por siempre como el gran prócer que es. Por siempre, el gran Doctor Ramón Carrillo.

Ramón Carrillo, el primer ministro de Salud de la Argentina | Ministerio de Cultura


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