Empezó en el básquet en una cancha improvisada que tenía en su casa. Conocé al joven que dejó a su familia con 13 años y creó un comedor para darle de comer a los chicos.
De chico, oriundo de Santiago del Estero el deporte que más lo atraía era el fútbol, pero cuando su hermano le enseñó lo que se podía hacer con la pelota naranja, no la soltó más. El paso del tiempo hace ver que eso fue un acierto porque ahora el joven jugará en Oklahoma City Thunder en la NBA.
Nacio el 8 de febrero de 1995 en Colonia Dora, un pequeño pueblo santiagueño que por aquellos años tenía alrededor de 2 mil habitantes, Tortuga, como le dicen los que lo conocen, empezó a jugar al básquet en Bartolomé Mitre. Sin embargo, cuando no estaba en el club la acción continuaba en la cancha que habían montado en el patio de su casa. Gabriel junto a Joaquín, su hermano mayor, y un par de amigos, pasaban horas en el miniestadio casero, incluso en las agobiantes tardes de verano santiagueñas.
No todo pasa por el deporte. Gabriel y su hermano venían de orígenes humildes y todos tenían que trabajar en el campo o limpiar autobuses para la empresa donde su padre trabajaba como chofer. Los interminables juegos en el patio trasero de su familia y el uso de una camiseta de Emmanuel Ginobili ayudaron a dar forma al talento de Deckard cuando dio sus primeros pasos a los 13 años. El hijo de Carlos y Nora hace las maletas y sale por primera vez de su pequeño pueblo. El destino es la capital de su provincia natal, a 166 kilómetros de su familia, donde llega a jugar en el equipo Quimsa, gracias a su profesora de deportes, Paola Aguilar, quien vio su situación.
Adaptarse a la vida de jubilado lejos de la familia pasó factura al principio, pero ser capaz de superar los tiempos difíciles valió la pena. El 15 de enero de 2010, Deck, con solo 15 años, debutó en la Liga Nacional en el partido entre Chiiemsa y Mar del Plata Quilmes. Así comenzó la carrera de un joven que actualmente es una de las máximas figuras del baloncesto argentino.
A partir de ahí se conoce mejor la historia. Su nombre comenzó a sonar más y más fuerte y comenzó a ascender rápidamente. Fue el máximo goleador de Lituania en el Mundial Sub 17, ganó la Liga Nacional con Quimsa y se fue a San Lorenzo en 2016, donde ganó cinco títulos. Se fue al Real Madrid y terminó segundo del mundo en el Mundial de China 2019 con Argentina. Ahora tiene la oportunidad de estar entre los argentinos exclusivos de la NBA. Sin embargo, Deck era un niño cuando llegó por primera vez a Buenos Aires para convocar a la selección argentina antes de perderse en la terminal de Retiro en su camino de regreso a Santiago del Río antes de llegar en un ciclón. Pero el destino tenía otros planes para él y el directivo de la Federación Argentina de Baloncesto (CABB) lo encontró justo a tiempo para evitar su partida. En octubre de 2018, el entonces delantero del Real Madrid empezó a intentar conseguir un suelo para un restaurante infantil, y finalmente el proyecto se concretó, con el restaurante 7 de Abril todavía funcionando como local de apoyo. Todos los días, decenas de niños van a su ciudad natal a buscar comida. A partir de ahora, el joven de 26 años, que creció idolatrando a Leonardo Gutiérrez, escribirá un nuevo capítulo en su historia.
